Eso es exactamente lo que hice para preparar, presentar y fotografiar el piso de la hamaca roja. Me fui a casa de Juan (su propietario) para elegir algunas cosas.
Algunos muebles, algunos textiles y algunos accesorios para completar las escenas del piso.
A veces, es posible transformar la imagen de una propiedad desaliñada y triste con lo que tienes en casa. Solo hay que saber cómo hacerlo.
Bien,
El piso de la hamaca roja lleva un tiempo cerrado y está sucio. Hay que llamar a la señora de la limpieza antes de redistribuir los muebles para mejorar las circulaciones. Antes de reutilizar todos los textiles y accesorios disponibles en la vivienda. Antes de llevar otros nuevos para añadir frescura y calidez a los espacios. Antes de llevar las cosas que Juan cede para la puesta en escena, las fotos y las visitas.
¿Por qué conservar la hamaca roja?
Porque desde esa hamaca se contemplan unas bonitas vistas que resumen el estilo de vida que ofrece la propiedad.